Tras algunos
intentos de prueba, me decido por Tienda de Papel como título de la
muestra. Es el que más equilibra el
texto en mis primeros bocetos de afiche.
Como no me confirmaron fechas, sigue siendo todo muy en el aire. Pero ya
que el tiempo no es precisamente lo que me sobra, aprovecho los baches entre
una cosa y otra para ir acumulando ideas bases sobre las que estructurar las
definitivas cuando llegue el momento.
Al cabo de los años uno va aprendiendo a hacer
las cosas casi de modo reflejo. Entre que
chequeo los mails, redacto un texto laboral, bajo un par de archivos y le doy la
orden a la impresora de imprimir un documento de varias páginas, puedo probar
que color de fondo le va mejor a las fotos que quiero colocar como centro
visual del afiche. No hago teoría de la
psicología del color; presiono la tecla para ir de uno en uno en todas las
posibilidades del menú casi sin prestar demasiada atención. La certeza de cual de los colores de fondo hace lucir mejor las imágenes
de mis obras me la da el estómago. Es físico,
no tengo que pensar. Debe ser una de
esas pocas cosas buenas que te trae la edad: el oficio.
Post
data: Lo de auténticamente
hecho en Lanús es un ¿homenaje? al Made in Lanús teatral. Porque de verdad lo que hago se hace
acá. Hecho en Lanús.
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