Jugar con basura – La persistencia (o de como Pinterest ha sido mi perdición).
Lo
que empezó como una licencia inofensiva (tontear un rato por la página de
inicio de Pinterest tras revisar mi mail cada mañana) se ha convertido en
una auténtica adicción. Linkear a páginas rusas (o rumanas), en las que no
entiendo absolutamente nada del texto pero que me maravillan con sus imágenes,
se volvió mi juego favorito. Se trata de
plagiar lo que veo deduciendo el cómo lo
habrán hecho; simular que sé, reproducir a la distancia ese leve exceso, ese gusto por lo recargado y barroco. Tompe l´oeil a lo ruso made in Lanús.
Así que
agarré una botella de vino vacía (reciclar algunas mejoraría la opinión que el
barrio tiene de mí, reduciendo el botellerío que suele habitar mi vereda a la
espera de la recolección), un pedazo de encaje viejo, una servilleta para
decoupage, y comenzó la diversión.
Lo de la
tapa fue absolutamente lúdico: el cáliz de un souvenir de la comunión de alguien,
el engranaje de un jueguetito de los huevos Kinder, rollo de papel
higiénico, cuentas de vidrio y algo de cordón de algodón (porquerías todas que
abundan en mi taller).
Pintura,
pátinas y algo de oficio:
Sí, ya sé: ¡qué manera de perder el tiempo! Pero no lo puedo evitar. Igual trabajé en Burlesque (entre que espero que seque una cosa u otra), algún rato a mi obra seria le dediqué. Pero es inevitable. He sido maldecida por Pinterest.
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