sábado, 11 de febrero de 2017


Avances de mi rollo de cocina.





    Alguna forma le di a los pie, agregué una base de madera para darle peso y que no siga cayéndose (en una de las caída se partió la cabeza y hubo que agrandar el volado y agregar más pelo) y con un fósforo aporté volumen a la nariz –aunque me quedó muy larga, la vida es así de ingrata-.  Ha llegado la hora de pensar que hacemos con las manos…












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