Hay
muchas cosas que hago sólo para mí. Por
puro placer privado y personal. Ni se me
cruza por la cabeza que esas obras (¿menores?,
¿intimas?) vayan a ser mostradas en conjunto con el resto de mi
trabajo. Ellas no tienen destino “exterior”,
son mías y carecen de otra pretensión
que condensar mis gustos y mis preferencias.
Alguna vez me dijeron que eran lo peor de mí, aquello que me desviaba
del camino. Otra vez me dijeron
exactamente lo contrario: eran las que más me definían.
¿Cuál es
la verdad? Me excede y no me
importa. ¿Estoy perdiendo el
tiempo? Ya que lo pierdo en tantas cosas
el que se va en hacer algo que disfruto definitivamente es el mejor derrochado.
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