miércoles, 19 de abril de 2017

































     ¿Por qué hacemos lo que hacemos?  ¿Por dinero?  Cuando se trata de los artistas, evidentemente no.  Aun cuando se quiera hacerlo por dinero, es tan poco probable lograr el objetivo que la persistencia en la actividad artística -que genera tanta inversión a cambio de frustración más o menos constante- debe deberse a otra cosa.

     ¿Por qué hacemos lo que hacemos?  Por karma; es un destino asignado ante el que la voluntad propia no tiene incidencia.  Pero se recibe algo a cambio:  el placer del hacer.  La pura acción creativa.  El resultado (la venta de la obra, el eventual reconocimiento, la aceptación del mercado que facilita proyectar y multiplicar la acción) es algo que se ve a lo lejos, casi como una fantasía, y que muy excepcionalmente se alcanza.   ¿Por qué hacemos lo que hacemos?  Porque si te toca en suerte el berretín del arte resulta tan inconmovible como la ley de la gravedad y entonces, hay que dejarse caer...










No hay comentarios:

Publicar un comentario