miércoles, 26 de abril de 2017






     La nada misma.  ¿Puede alguien (en serio, con fundamento y criterio) opinar de absolutamente todo?  Me temo que soy un poco conservadora en ese aspecto, adhiero a la especialización como preámbulo de la excelencia.  Uno no puede abarcar tanto sin perder la calidad que deviene de profundizar exclusivamente en un área.  ¡Perdón!, pero no compro el tutti frutti.  Quién sabe de arte no puede saber también de política, y de música, y de moda, y de arquitectura, y de literatura y de lo que sea y sea y sea…   Tanto es nada.  La nada misma.























         Y me temo que tampoco me importa la “conveniencia” de mantenerme diplomáticamente
 “amigable” con personajes que hacen culto de su propia e incuestionable (según ellos) omnisapiencia.  No sociabilizo haciendo cálculos estratégicos, la eterna cuestión de que lo único que sirve son los “contactos” es asunto que no hay forma que me entre en la cabeza y mueva mi voluntad.  ¿No hay que pelearse con las celebrities de turno que digitan el qué dirán?  Bueno, me doy por avisada.  Pero me tiene por completo sin cuidado.

     Por supuesto que no me peleo con nadie.  Simplemente, me voy.  Mi escaso tiempo lo comparto con la gente que me interesa.  No es que sea reacia a sociabilizar, sólo soy selectiva.  Y dado que sostengo –lo que creo con honestidad- que el valor de un artista lo determina su obra y no su popularidad personal o el manejo publicitario de su nombre, poco importa con quienes me vinculo o los ambientes que frecuento.

     ¿Qué gano con esta actitud?  Supongo que tiempo para pintar.  ¿Qué pierdo?  Me dicen que oportunidades, que de tanto desperdicio ya se me fue el tren de las posibilidades.  Que he hecho todo mal.  Que no he sabido cultivar favores.  Que cada vez que la fortuna golpeó mi puerta opté por escaparme por la ventana.  Puede ser.  Tal vez debería sentirme mal por eso.  Pero ha habido fallas en mi educación y la culpa, presunta y retrospectiva, es una materia que no se incluyó en mi currícula.  Es lo que soy y esto es lo que hay.









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