La historia comienza así:
Hoy, casi
tres años después, se cierra el círculo. Las
Damas de Lorena pasan a ser propiedad de la persona que motivó su
conclusión y entidad independiente. Esta
tarde llevaré a la Lorena real Las
Damas concluidas y tituladas en su honor y por mérito a su
interés. El “espectador ideal” (parafraseando a Eco y su lector) se reúne definitivamente con la obra.
Se
confirma mi teoría: cada obra tiene un destino, su espectador, su propio
camino. Las Damas abandonan mi
taller para comenzar a desandar el suyo.
Buen y próspero viaje a la obra y una vida de disfrute para su nueva
dueña.
Post
data: Y sólo por seguir guardando la simetría y
perfeccionar la redondez perfecta, en el certificado de autenticidad coloco
como fecha de realización la de la entrada del blog donde comienzo a contar su
historia.
Post data bis: Las Damas de Lorena en su nuevo hogar, o mejor dicho, en su hogar definitivo. Fotografía de Las Damas... cortesía de Lorena. ¡Gracias! ¡Que las disfrutes!
Post data ter: Me remito:
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