Ayer inauguró y hoy cierra la Luxury
Expo Punta del Este 2018, evento al que me había propuesto asistir,
confirmando mi invitación y todo.
¿Pero
cuando llego yo a Punta del Este? Mañana. Mañana, cuando el evento está concluido. ¿Por qué perder esta oportunidad de sociabilizar con eventuales
coleccionistas a los que puede interesarle mi trabajo? Por desordenada, por distraída, por haberme
enredado en otras cosas y confundir fechas.
No ha sido intencional esta vez, pero al caso no importa. Llevo días soportando que me martillen la
cabeza con reproches acerca de mi falta de seriedad, mi negligencia desganada, mi no tomar en serio el desarrollo de una
carrera artística a nivel internacional.
Bla-bla-bla… Pero esta vez yo sí
quería ir pero fue la vida (demasiado
doméstica) la que me hizo la zancadilla.
Pero no
me cree y no acepta mi disculpa. Toma
como antecedente en mi contra que hace pocos años ni a la inauguración ni a la
entrega de premios (en la que
galardonaron a una de mis obras) de la feria Arte Punta en el Conrad concurrí. Y en esa oportunidad estaba residiendo en la Ciudad. Esa vez si fue
casi
intencional, pero ahora no. Me da mucha
pena no sociabilizar esta vez. Pero no
me creen y supongo que me lo merezco.
Debería proponerme seriamente este año hacer las paces con (cierta) lógica del mercado. Al menos para que dejen de gritarme.
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