Cartas (quemadas) desde el encierro
Ha sido inevitable. El diseño lo pedía, ¡a los gritos!; ¿qué otra cosa
podía hacer yo más que acatar la orden?
Entonces, a sabiendas que podía arruinar todo
lo ya hecho, me resigné a mi destino de mera intermediara entre lo que es y lo
que cada obra pretende para sí.
Encendedor en mano dediqué esta mañana a (tal vez) arruinar lo ya
hecho en mis primeras cuatro cartas…
Avanzo
un poco con La Lune.
Remembranzas del culto a Isis y un fragmento borgiano
“(…) Un hombre concibió el desmesurado
Proyecto de cifrar el universo
En un libro y con ímpetu infinito
Erigió el alto y arduo manuscrito
Y limó y declamó el último verso.
Gracias iba a rendir a la fortuna
Cuando al azar os ojos vio un bruñido
Disco en el aire y comprendió, aturdido,
Que se había olvidado de la luna.
(…)
Jorge Luis Borges , La Luna (fragmento)
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