miércoles, 25 de octubre de 2017



     Buscando otra cosa encontré una horma de zapato de telgopor. Si mal no recuerdo,venía de relleno de una sandalia de tiritas; debiera haber dos pero la otra no apareció. Y conforme a mi lógica, no pude dejarla en paz.

    Con otro pedazo de telgopor a guisa de taco, la plantilla con una hoja de carpeta cuadriculada y el aro vacío de una cinta de papel, estructuré una especie de bota:








     Agregamos un voladito de tela





     Y algo de pintura para un primer posicionamiento de zonas







    Siguiendo mi razonamiento, la bota es un “pie” ideal para otra de mis chicas de Rollo de Cocina.  Pero a manera de mascarón de proa, emergiendo del talón y del taco.  Y al asociar con barcos mi chica tenía que tornarse (de verdad, es muy lógico a mi manera de ver) en una sirena.  Y para ese lado fuimos con los rollos y las servilletas de papel:
















      ¿Cuál es el plan con todo esto?  Ningún plan.  Estoy jugando.  Puede salir bien o un nuevo mamarracho que irá a la basura o a un rincón con los inconclusos.  Pero de momento, juego.





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