Buscando
otra cosa encontré una horma de zapato de telgopor. Si mal no recuerdo,venía de
relleno de una sandalia de tiritas; debiera haber dos pero la otra no apareció.
Y conforme a mi lógica, no pude dejarla en paz.
Con otro
pedazo de telgopor a guisa de taco, la plantilla con una hoja de carpeta
cuadriculada y el aro vacío de una cinta de papel, estructuré una especie de
bota:
Agregamos
un voladito de tela
Y algo de
pintura para un primer posicionamiento de zonas
Siguiendo
mi razonamiento, la bota es un “pie”
ideal para otra de mis chicas de Rollo de
Cocina. Pero a manera de mascarón de
proa, emergiendo del talón y del taco. Y
al asociar con barcos mi chica tenía que tornarse (de verdad, es muy lógico a mi manera de ver) en una sirena. Y para ese lado fuimos con los rollos y las
servilletas de papel:
¿Cuál es el plan con todo esto? Ningún plan.
Estoy jugando. Puede salir bien o
un nuevo mamarracho que irá a la basura o a un rincón con los inconclusos. Pero de momento, juego.
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