sábado, 31 de marzo de 2018




         Afortunadamente, pese a la agobiante realidad, aun nos queda la posibilidad de jugar.  Vuelvo a mis rollos de cocina y a mi versión de seudo Quimera.  Por acá empezamos, como siempre, amontonamiento de rollos:







El cartón que quedó de una cinta de papel gastada para redondear la cara…







A la cola le damos cabeza de serpiente, con cordón insinuamos la melena y sujetamos el inicio de las alas…









Mas alas, ojos y lengua de serpiente…








Más alas y más cartapesta para unificar el conjunto…








Y empezamos a jugar con el color y los detalles…














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