Crónicas equinas: El final de los finales
Ha sido jugar a jugar. ¿Qué nenita de un barrio de la periferia, medio huérfana, tímida y
solitaria, no ha querido tener su propio caballo de calecita? Con algo de delay, sí, pero dicen que bien está lo
que bien acaba, así que ¿qué importa el tiempo? Ya tengo mi Caballito de Carrusel. Jugar a jugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario