martes, 22 de noviembre de 2016










Crónicas de un artista independiente del fin del mundo.

     Para  un artista independiente en Buenos Aires es imprescindible tener un trabajo remunerado, fuera del campo del arte, para poder sobrevivir.  Sin galería, ni sponsor ni  patrocinio gubernamental de ningún tipo, todo lo que hagamos será solventado exclusivamente por nosotros mismos.  Así, con un presupuesto casi siempre muy ajustado,  la creatividad no se limitará a la obra sino también a los medios para poder concretarla.

  Mi elección del papel como soporte prioritario de mi trabajo fue inicialmente pura cuestión de costos.  El papel era lo más barato.  La necesidad de que el soporte no resultara tan tristemente básico me obligó a la experimentación y a la búsqueda.  Y esa exigencia, motivada en la limitación, muchas veces termina siendo la verdadera inspiración, el origen de que desarrollemos más y más nuestra percepción visual, la composición y el dominio técnico, en definitiva, el motor del ingenio estético. 

     El desafío del límite (impuesto por nuestros escasos recursos económicos) puede ser el punto de apoyo no ya para mover el mundo sino para crearlo con lo que hay.  Tal vez sea cierto eso de que “menos es más”…  Hoy podría proveerme de soportes más clásicos y caros, pero el papel se ha vuelto mi fetiche.  Me he acostumbrado a eso de que si fuera fácil, ¿dónde estaría la diversión? 

                                                                                              Buenos Aires, 22 noviembre 2016











No hay comentarios:

Publicar un comentario