Crónicas
de un artista independiente del fin del mundo.
Para un artista independiente en Buenos Aires es
imprescindible tener un trabajo remunerado, fuera del campo del arte, para
poder sobrevivir. Sin galería, ni
sponsor ni patrocinio gubernamental de
ningún tipo, todo lo que hagamos será solventado exclusivamente por nosotros
mismos. Así, con un presupuesto casi
siempre muy ajustado, la creatividad no
se limitará a la obra sino también a los medios para poder concretarla.
Mi elección
del papel como soporte prioritario de mi trabajo fue inicialmente pura cuestión
de costos. El papel era lo más
barato. La necesidad de que el soporte
no resultara tan tristemente básico me obligó a la experimentación y a la
búsqueda. Y esa exigencia, motivada en
la limitación, muchas veces termina siendo la verdadera inspiración, el origen
de que desarrollemos más y más nuestra percepción visual, la composición y el
dominio técnico, en definitiva, el motor del ingenio estético.
El desafío
del límite (impuesto por nuestros escasos recursos económicos) puede ser el
punto de apoyo no ya para mover el
mundo sino para crearlo con lo que
hay. Tal vez sea cierto eso de que “menos es más”… Hoy podría proveerme de soportes más clásicos
y caros, pero el papel se ha vuelto mi fetiche.
Me he acostumbrado a eso de que si fuera fácil, ¿dónde estaría la
diversión?
Buenos Aires, 22 noviembre 2016
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