MUSEO
“En el Congreso de Tucumán resolvimos dejar de ser españoles; nuestro deber era fundar, como los Estados Unidos, una tradición que fuera distinta. Buscarla en el mismo país del que nos habíamos desligado hubiera sido un evidente contrasentido; buscarla en una imaginaria cultura indígena hubiera sido no menos imposible que absurdo. Optamos, como era fatal, por Europa y, particularmente, por Francia… (…) Cuando yo era chico, ignorar el francés era ser casi analfabeto. Con el decurso de los años pasamos del francés al inglés y del inglés a la ignorancia, sin excluir la del propio castellano.”
Jorge Luis Borges, Prólogos con un prólogo de prólogos, Alianza Editorial, Barcelona 1998, pág. 7/8
“En primer lugar, te diré que como español (Ortega y Gasset) tenés una obligación moral con nosotros. Está muy bien que nos hayan enviado Pizarros y Corteses que se entretenían en matar indios de la mañana a la noche con intervalo sólo para rezar. Está muy bien que nos hayan enviado todos los vagos, los bandidos, los segundones y otras basuras que les molestaban en España. Pero ahora el karma, la hora del karma ha llegado. Son ustedes en parte responsables de lo que sucede aquí. No están libres de culpa y cargo. No son ustedes inocentes. Y es por ello que con ustedes uno es más susceptible y más desafiante que con otros.”
Victoria Ocampo, carta a José Ortega y Gasset, Julio 1930.
“El problema no consiste en saber si (estas personas) son mejores o peores que los (cristianos) que van al santuario. Me estaba preguntando quiénes somos nosotros. Nosotros, que pensamos que Hamlet es más real que el portero de nuestra casa. ¿Qué derecho tengo a juzgar a estos, yo que voy buscando a madame Bovary para armarle un escándalo?”
Más, pensé de pronto: “No, mas hoy, mas luego, es lo mismo/
¡quiero sondar el abismo de la que gobierno yo!”/
Llamé, gemí… ¡No salió!... Aullé como hambrienta loba;/
En sus puertas de caoba grabé con sangre su nombre…/
¡Y entre besos gritó un hombre; “Cambió de rey esta alcoba”!
“Después reflexioné que todas las cosas le suceden a uno precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos y sólo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire, en la tierra y en el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a mi…”
Jorge Luis Borges, El jardín de los senderos que se bifurcan
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