domingo, 2 de septiembre de 2012

   


     Siempre he mantenido dentro de mis diarios y de mis agendas un sector de almacenamiento de textos de todo origen, tema y destino. Si se trata de imágenes que despiertan mi interés, van a parar al desparramado archivo de mi taller. Pero las palabras necesito mantenerlas cerca, accesibles, como una leve música de fondo. No he podido todavía dar con el modo de que este blog tenga un “margen” similar al de las hojas cuadriculadas de mis cuadernos escolares. No encontré como anotar en los bordes del relato del discurrir cotidiano los pedacitos de textos maravillosos con los que me he tropezado en paralelo al vivir la vida real. Como remedio a mi torpeza técnica y mi falta de sofisticación en el diseño web, he decidido tomarme los domingos para racontar los ingresos habidos durante la semana a mi MUSEO personal.

  “…el título Museo, nombre elegido para encabezar en ambas revistas (Destiempo y Los Anales de Buenos Aires) una sección que recogía una serie de fragmentos literario ingeniosos y extraños (…). En esa misma época (1935-1936), con el apoyo de La Martona, Borges y Bioy editaron con Manuel Peyrou la revista Destiempo (seis páginas, tres números), en donde aparecen sin firma los fragmentos literarios mencionados, bajo el título “Museo”. Diez años más tarde, cuando Borges fue director de la revista Los Anales de Buenos Aires, ambos escritores volvieron a publicar “Museo”: en el número 3, sin firma, y en los siguientes, hasta el número 11 inclusive, firmado por B. Lynch Davis. El seudónimo toma la “B” de los apellidos Borges y Bioy; el apellido Lynch, por un antepasado de Bioy, y el de Davis, por un pariente de Borges.” 

Nota del Editor, pág. 5/7 MUSEO – JORGE LUIS BORGES – ADOLFO BIOY CASARES Emecé Editores S.A. Buenos Aires 2002






MUSEO 

 “En la Argentina eran los años del gobierno de Perón. Los peronistas estaban determinados a hacerle pagar todo lo que detestaban en ella, por empezar que ella los detestara, y fue declarada traidora nacional. Victoria había visto una Europa devastada –había estado en el juicio de Nüremberg- y en su país las cosas se estaban volviendo cada vez más difíciles. (…) En 1953, mientras la salud de Gabriela (Mistral) se deterioraba, Victoria fue detenida por el gobierno de Perón y encarcelada en el Buen Pastor por casi un mes. Hubo mucha movilización en el extranjero para conseguir que fuera liberada. Nehru, Ministro de la India, y Mistral escribieron personalmente al presidente Perón para pedir por ella. Perón era un político demasiado hábil como para mantener sin motivo a renombradas señoras en la cárcel, pero el castigo siguió por dos años. Por haber estado en la cárcel no se le dio un certificado de buena conducta, y sin ese certificado no era posible obtener un pasaporte. Hubiera quizás bastado que ella se rebajara a pedirlo, que se humillara por unos minutos delante del que sustentaba ese poquito de poder burocrático que decidía no dejarla salir del país, pero era una cuestión de dignidad, de defender los principios democráticos contra los métodos fascistas. No iba a humillarse ni a rebajarse. Victoria insistía en que no era una cuestión de vanidad o de orgullo sino de básica dignidad. “O me lo dan como es debido (el pasaporte) o pueden guardárselo.” (…) En sus cartas a Gabriela intenta una y otra vez explicarle las razones de por qué no puede viajar. “Te he escrito varias veces y también te he explicado con lujo de detalles (si mal no recuerdo) las razones por las cuales no me muevo de Buenos Aires… Las cosas no han variado y mientras no varíen, no me moveré. Ni para ir a Chile. O salgo con mi pasaporte y mi certificado de buena conducta (que creo merecer) o no salgo.” 

 Flaminia Ocampo Victoria y sus amigos   Ediciones Aquilina S.A. Buenos Aires 2009, pag. 39/41






“Para engrosar el cúmulo de circunstancias misteriosas sobre la vida y muerte de Christopher Marlowe, hacia 1800 los estudiosos empezaron a pensar que había algo extraño e que el nombre de Shakespeare (de quién nada se sabía antes) apareciera inmediatamente después de la muerte de Marlowe. (…) La falta casi total de referencias bibliográficas sobre Shakespeare ha contribuido a dar verosimilitud a la hipótesis que lo identifica con Marlowe, ya que –como dice el profesor F. P. Wilson citado por González-Arnao –“si los datos de la biografía de Marlowe caben en un solo folio, hemos de admitir que sabemos mucho más sobre los veintinueve años de su vida que sobre los cincuenta y dos de la de Shakespeare”. Y a esto se añade el comentario del profesor C.R.N. Routh, lamentando que “una de las tragedias de la literatura inglesa es no conservar ni un solo manuscrito de Shakespeare”.- 

Fernando Martinez Laínez, Escritores Espías, Ediciones Temas de Hoy S.A:, Madrid 2004, pag. 71





“Es evidente que, muerto Dee, Bacon (Francis) es el gran maestre del grupo templario inglés… -…Y puesto que también está claro que es el autor de los dramas de Shakespeare, tendríamos que releer todo Shakespeare, que desde luego no hablaba de otra cosa que del Plan…” 

 Umberto Eco, El Péndulo de Foucault  Random House Mondadori S.A. 1997 pág. 516






“Instintivamente, ya se había adiestrado en el hábito de simular que era alguien, para que no se descubriera su condición de nadie… (…) A veces, dejó en algún recodo de la obra una confesión, seguro de que no la descifrarían: Ricardo afirma que en su sola persona hace el papel de muchos, y Yago dice con curiosas palabras no soy lo que soy. (…) La historia agrega que, antes o después de morir, se supo frente a Dios y dijo: Yo, que tantos hombres he sido en vano, quiero ser uno y yo. La voz de Dios le contestó desde un torbellino: Yo tampoco soy; yo soñé el mundo como tú soñaste tu obra, mi Shakespeare, y entre las formas de mi sueño estabas tú, que como yo eres muchos y nadie.” 

JORGE LUIS BORGES, Everything and nothing

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