Descubrí
ayer un blog maravilloso, Mirón de Arte, (http://mirondearte.com
) con cuyos textos y comentarios no sólo me sentí identificada y comprendida sino
que me aportó esa cuota esencial de buen humor imprescindible para poder seguir
adelante naufragando voluntariamente en las díscolas naderías del arte.
Transcribo
fragmentos de varias de sus entradas con los que estoy aún más de acuerdo que
si yo misma los hubiera escrito (que con
mi tendencia a la contradicción constante, tara heredada de mi formación
filosófica, no suelo ser garantía de nada).
Comparto aquí porque sé que a otros artistas les va a dar la misma
cálida sensación de no estar ni tan solos ni tan errados que me dio a mí al
descubrir este sitio.
Es una grata satisfacción saber que te identificas con el contenido de Mirón de Arte, ya que no le asiste otra pretensión que la de exponer, desde su punto de vista, situaciones y realidades del mercado del arte que hemos vivido o que conocemos de primera mano.
ResponderEliminarEs oportuno divulgarlas porque, en muchos casos, nos perjudican a todos, aunque sea a contracorriente de determinados sectores especulativos con intereses creados y manipuladores de este maravilloso mundo del arte.
En principio, Mirón de Arte no está en contra de ninguna manifestación artística ni de agente alguno (galerista, comisario, coleccionista, etc.) que intervenga en el mercado. Cada uno es libre de expresar su creatividad como crea conveniente y comercializar, divulgar o promover la producción como crea más adecuado.
Las actuaciones que Mirón de Arte considera que no son apropiadas o abusivas se ocupa de ellas con la única pretensión de denuncia y de debate.
Por ello, adhesiones como la tuya nos reconfortan y como dices en tu blog tenemos la certeza de "no estar ni tan solos ni tan errados".
Muchas gracias por divulgar el contenido de Mirón de Arte.
Gracias a ustedes! Comparto que la clave es DISCUTIR sobre la realidad del mercado del arte, sin estar en contra de nadie pero dejando en claro COMO SON LAS COSAS, sobre todo para las generaciones que vienen detrás. Por una vez no estoy de acuerdo con Serrat: puede que no sea triste la verdad pero tal vez tenga remedio si la miramos de frente y nos disponemos a jugarnos por un cambio. ¡UN GRAN CARIÑO DESDE BUENOS AIRES Y LOS SIGO LEYENDO!
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