jueves, 24 de diciembre de 2015


     Entre lo que se quiere y lo que se puede siempre terminamos con la realidad (y el tiempo) dándonos una paliza. 

      Las urgencias de mi trabajo civil me restaron tiempo y fuerza  para disponer de los detalles que mi caprichosa meticulosidad hubiera considerado plenamente satisfactorios. Pero la vida es así y uno hace lo que puede y se entrena en resignación.  A mi mesa recogida de la calle y que va de regalo navideño no pude agregarle ni narcisos ni gladiolos blancos (¿dónde se consiguen?), con suerte encontré un florerito próximo a mis ideas y un moño que se empecina en el desarme...






     La planta que compré para mi cacharro de los potes de helados era, en teoría, la adecuada al plan original, pero al montarla hace tambalear todo el artefacto.  Si, bien, que los centros de mesa tengan plantas vivas para que nos acompañen con posterioridad a los eventos que decoran.  Pero pesan, están húmedas...  adhieren con demasiada facilidad a la ley de la gravedad...







     Al final, mi rejunte de basura  reciclada del año pasado es lo que más dignamente se mantiene  y sospecho que irá esta noche a la mesa principal.  Afortunadamente estas fiestas se dan una vez año, y aunque me gusta festejar el solsticio de verano vivo rodeada de grinchs, y con la edad se torna difícil nadar tan contracorriente.






      Igual, acá me mantengo con mi jolgorio de lucesitas, brillos y pompones, y aunque por estos lados nadie más le ponga gran entusiasmo al brindis yo me dedico a hacer uso de las copas:  Feliz Navidad - Merry Christmas -  Joyeux Noël -  Boas Festas - Buon Natale - Frohe Weihnachten - Feliç Nadal - Gabon Zoriontsuak - С Рождеством -  Gajan Kristnaskon!!!!







No hay comentarios:

Publicar un comentario