sábado, 6 de febrero de 2016



     Más detalles (o cuanto  más absurdo puede volverse el absurdo). 
   
     La mesa del no-cumpleaños del Sombrerero y La Liebre de Marzo implica, ne-ce-sa-ria-men-te, tazas de té.  Inevitable.  Por si nadie lo ha dicho antes manifiesto públicamente que  hacer tacitas con papel de diario de tamaño inferior a un dedal es algo complejo.  El pegoteo en los dedos destruye cualquier amague, y al final uno termina aceptando lo que salga con gomosa resignación.  Esto salió (sí, ya se, la tetera está espantosamente chueca; pero es lo que hay).  






     La escalera donde se subió Alicia (chueca también, ya sé; es papel de diario ¿O.K.?) emprolijó un poco volviéndose damero, pero pintar con todos los personajes ya fijados a la base hace que sea complicado dominar el pincel (para la bitácora: hay que diseñar antes de montar, es más cómodo; ir haciendo sobre la marcha conforme se nos ocurre no es lo más práctico del mundo).




     Y el texto de la página central, para que quedara compensado en el conjunto,  me obligó a repetir su última oración en las hojas dobladas.  Pero sospecho que esa necesidad acabó teniendo sentido, como reafirmación de la idea: acá estamos todos locos.






  

     Había decidido agregarle a la Reina de Corazones (omitirla es, por cierto, imperdonable) pero no hay manera de incluirla sin destrozar el precario equilibrio del conjunto.




    Así, que tras pasar todo un día dibujándola la Reina quedará, como tantas otras cosas, dando vuelta por mi tablero a puro estorbo…  triste –y clásico- destino para Su Majestad.






But I don´t want
To go among
Mad people said
Alice
Oh you can´t
Help that said
The Cat
We´re all mad here

Lewis Carroll, Alice in Wonderland 








        

No hay comentarios:

Publicar un comentario