domingo, 14 de mayo de 2017







   Decía ayer que la mejor fotografía que tenía no hacía justicia a la obra porque omitía las texturas.  Y es un hecho que la mixtura de técnicas complementa la imagen con relieves y sutiles divergencias de trazo que en la foto (más si es aficionada y chapucera) se pierde irremediablemente.

     La mixtura luce en persona, en el face to face con el espectador.  La mixtura se impone en la exhibición real, en la puesta colgada en la pared, en el vivo y directo, en el off line.  Lamentablemente, en este creciente imperio de la imagen virtual, en el on line constante, múltiple e infinito, la imagen de la obra se aplana, pierde las texturas y las técnicas mixtas son una técnica unificada más.

     No queda mucho más que hacer que intentar fotografiar por sectores, en ángulos extraños, que puedan dar una idea aproximada pero nunca exacta al espectador virtual.  Contar en palabras que la obra es más que lo que se ve.  Y desear al eventual interesado que exista esa posibilidad de propiciar un encuentro personal…    








     Trabajo en una Postal Vaticana.  ¿Por qué ese nombre?  Porque el mapa tomado de modelo es uno de los que se exhiben en los Museos Vaticanos.   Puede que también porque considero que es un desnudo muy recatado, como quieren los curas que sean las mujeres que entran a los templos de la Ciudad Eterna (sin escotes, con los hombros cubiertos, nada de pantaloncitos cortos y cavados – en este viaje fuí en invierno, no tuve chance de discutir la cuestión-). 





     Pero la gracia de esta obra no está ahí, sino en haber incluido en el soporte un papel rosa y fucsia (simil ánimal print) con el que empacaron lencería que compré en un local de Victoria´s  Secret en Londres.  No para mí, obviamente, sino para una adolescente que sigue al pie de la letra todos los mandatos fashion; ella sucumbe a las prendas Pink y  yo al papel del envoltorio.






    La pintura (cualquiera que use, la acuarela, el grafito, la tinta o el óleo) se comporta distinto sobre el papel de dibujo indutrializado y sobre ese patinoso papelito rosado.  Y en la composición logra ondular el conjunto, acentuando –a mi criterio- la languidez final de la pose.  No sé qué durabilidad aportará semejante soporte tan poco idóneo, pero me encanta trabajar sobre él.  Y de momento siento que el asunto anda muy bien (aunque las fotos no sean del todo eficaces en mostrarlo).









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