lunes, 31 de julio de 2017



 
 


     Me resulta inevitable emocionarme al encontrar una de mis obras enredada en otros asuntos por completo ajenos a mí y a la órbita mínima donde me muevo.  Encontrar  a Que dios detrás de Dios… en la página de otra persona es una manera inmejorable de arrancar la mañana de un lunes de una semana que promete ser absolutamente complicada.

 



 
 
     
       ¿Qué hace mi obra en la página del arquitecto y escritor Manuel Rivas?  La coincidencia de que él escribiera un artículo en la edición de la revista Soles donde la tapa se ilustró con Que dios detrás de Dios…  Esto pasó hace ya diecisiete años (¡cómo corre el tiempo!) y yo recién ahora registro este vínculo circunstancial, casi intrascendente,  pero que me alegra luminosamente esta mañana lluviosa de invierno.




 
 

 
 

     No sé si le llegará pero vaya desde acá un cordial saludo a Manuel Rivas, quién aloja en su espacio la imagen de una obra a la que quiero mucho y que -si mi información  no está desactualizada- debe seguir su camino por tierras cordobesas.


 

Post data:  Así inició su peregrinación a Córdoba (y, hasta donde sé, pudo llegar sin mayores complicaciones):



 
 
 


 
 

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