Cuando la respuesta a todo es irse… Si fuera tan fácil. Los artistas necesitamos mucho espacio porque
cargamos excesivo bagaje. Vivimos un
desbordado caos porque ese desorden es imprescindible para intentar la acción
creadora. Trasladarse con tanta
cosa se vuelve difícil, y la única opción sensata resulta ir construyendo
talleres paralelos. ¿Irse? ¿De dónde?
¿Hacia dónde? Demasiadas
realidades pero ninguna lo suficientemente real como para sobreponerse a las
otras y ser nuestro definitivo santuario.
Irse puede ser la respuesta a todo, pero las preguntas siguen siendo las equivocadas…
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