viernes, 18 de mayo de 2018




     La autodeterminación de la obra es incuestionable.  Empecé como siempre, por el gusto de dibujar y dejando que la superposición y la mezcla se vaya apoderando de las decisiones creativas y la composición.  Pero demasiado pronto la pequeña obrita me impuso el orden.  Por momentos me tienta dejarla así,  con ese resabio de fragmento de vieja fotografía recuperada.  Claro, sigo siendo yo, y no es tan fácil convencerme de que menos siempre es más.  Veremos cómo va.


















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