Imaginátelos, en ideario borgeano, como tenue Rey…
…encarnizada Reina…
…sesgado Alfil…
…y Peones ladinos…
Una especie de ajedrez fashion hecho con basura (¡perdón!,
se cansan de decirme que no me refiera a “basura” sino a material de descarte,
rezagos, reciclables. Pero los rollos de
cocina en un mundo normal terminan en la basura; de ahí los saco para jugar
estos juegos).
II
Tenue
rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?
Jorge
Luis Borges, Ajedrez
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