Proceso
lúdico-creativo.
Partimos
de dibujar algo que nos divierta, sin ninguna pretensión de grandiosidad. Ojos, por ejemplo. Dibujar ojos (miradas) es casi terapeútico.
Hecho el
dibujo inicial, rompemos el papel. ¿Por
qué? Digamos que para retirar el exceso
de fondo. Aunque después pegamos el remanente
sobre otro papel para recuperar el fondo.
Así de contradictoria soy.
Para
unificar los papeles base y para dar un contorno al fragmento de retrato
hacemos una guardita decorativa –no simétrica en este caso-con lapiceras en gel :
Lápices
acuarelables para fundir un poco (y
porque mis lápices acuarelables son mi comodín habitual):
Agregamos algo de texto…
Y qué mejor oportunidad
para probar mis nuevos marcadores Winson&Newton
que ojos y labios:
Bien. Seguimos.
Encontré en mi taller un paquete de papel picado, y como nunca me
resisto a las tentaciones (sobre todo si son ridículas), vamos a incorporar el
confetti al conjunto:
¿Cuál es la premisa? (“El Concepto” si habláramos como debe hablar un artista titulado de tal). Ninguna, nada fuera del juego creativo (juego literalmente hablando) con la limitación
estética: podemos hacer lo que nos venga en ganas siempre que el resultado quede bonito (y colorinche).
No hay comentarios:
Publicar un comentario