martes, 23 de octubre de 2018



     Proceso lúdico-creativo.


     Partimos de dibujar algo que nos divierta, sin ninguna pretensión de grandiosidad.  Ojos, por ejemplo.  Dibujar ojos (miradas) es casi terapeútico.





     Hecho el dibujo inicial, rompemos el papel.  ¿Por qué?  Digamos que para retirar el exceso de fondo.  Aunque después pegamos el remanente sobre otro papel para recuperar el fondo.  Así de contradictoria soy.









    Para unificar los papeles base y para dar un contorno al fragmento de retrato hacemos una guardita decorativa –no simétrica en este caso-con lapiceras en gel :










     Lápices acuarelables para fundir un poco (y porque mis lápices acuarelables son mi comodín habitual):












    Agregamos algo de texto… 








     Y qué mejor oportunidad para probar mis nuevos marcadores Winson&Newton que ojos y labios:















   Bien.  Seguimos.  Encontré en mi taller un paquete de papel picado, y como nunca me resisto a las tentaciones (sobre todo si son ridículas), vamos a incorporar el confetti al conjunto:















     ¿Cuál es la premisa? (“El Concepto” si habláramos como debe hablar un artista titulado de tal).  Ninguna, nada fuera del juego creativo (juego literalmente hablando) con la limitación estética: podemos hacer lo que nos venga en ganas siempre que el resultado quede bonito (y colorinche).







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