miércoles, 3 de octubre de 2018







     Irse como metáfora de bajar la cortina y asumir la realidad.  Intentamos integrarnos a la normalidad pero, reconociendo la derrota, al cabo de tantos años y de tanto esfuerzo, regresamos a lo que nunca dejamos de ser.  Ese solitario bicho raro… 

    Claro que empecinarse en una vida vinculada al arte no ayuda a la normalidad, entendiendo como “normal” pasarse la vida sociabilizando con personas que detestamos y echando por la borda la paciencia y la salud corriendo tras las metas de moda impuestas por el Sr. Mercado del área que sea.  Como artista me ha sido sensato priorizar el tiempo creativo, regatear el desperdicio social y trabajar lo razonable para mantenerme pero desatendiendo todos los “deber ser” y los “deber tener” que se han ido imponiendo como mandamientos obligatorios.




































     Lo siento.  Nunca pude entender que cualquier cosa circunstancial (ergo, el dinero y sus adyacencias) fuera más importante que pintar.  Seguramente mi obra no sea ni por casualidad valiosa, ni buena, ni mínimamente trascendente, pero, a nivel vida, pintar me ha dado más placer que cualquier otra experiencia que me haya tocado en suerte.  Y ninguna tan leal.  Porque esta fantasía del arte ha estado conmigo desde el principio, sosteniéndome en las horas más oscuras.  La gente –la que se supone cuenta- no ha tenido en su repertorio el concepto de lealtad (hacia mi).  Tal vez me ha tocado, por esos caprichos del destino, el grupo más egoísta, necio y déspota de planeta. Puede que sea cuestión de suerte. Pero de cualquier manera y en concreto, no he tenido incondicionalidad por fuera de esta ilusión de  que el arte puede justificarnos la existencia.











    Entonces, solos y perdidos, desde el margen, sin refugio ni esperanza de comprensión, ¿qué más da?  Regresamos a lo que éramos y nunca dejamos de ser. El esquivo bicho raro.  Como anuncia el contestador telefónico de mi casa: “En este momento no podemos atenderlo y tampoco puede dejar mensaje…”  












No hay comentarios:

Publicar un comentario