“Y como además sale gratis soñar

Y no creo en la reencarnación,

Con un poco de imaginación

Partiré de viaje enseguida

A vivir otras vidas,

A probarme otros nombres,

A colarme en el traje y la piel

De todos los hombres

Que nunca seré:

Al Capone en Chicago

Legionario en Melilla

Pintor en Mont Parnesse,

(…)

Bongosero en La Havana

Casanova en Venecia

Anciano en Shangri La…”

Joaquín Sabina, La del pirata cojo

La # 10 parte de una máscarita de plástico de seis pesos (más o menos cincuenta centavos de dólar).

Que necesita un sombrero

Y la disposición romboidal del antifaz de cualquier caballero que entienda de elegancia

     Sorprendentemente, aunque ya debiera estar aburrida, me entretengo en el diseño de la # 10.  Como si fuera para mi exclusiva diversión, como si ya extrañara perder el tiempo en la tontería de las bandejas, me demoro en explotar al máximo los juegos intrascendentes porque un par más y ya no tendré razón de seguir con las mascaradas. Una golosina prohibida que hay que hacer durar.  

Post data:  Mensaje privado (a una persona desconocida)

     Desde hace tiempo constato en el Contador de Visitas de este blog la lealtad de un lector/a que presuntamente vive en Mountain View.  Pero dado que muchas veces este mismo Contador me registra a mí ingresando desde Longchamps cuando estoy en Lomas de Zamora (que no es lo mismo ni están tan próximos para justificar la confusión), me queda la duda de la real radicación de ese leal seguidor de mis entradas. 

     Como en pocos días más viajaré a San Francisco, California, quisiera de ser posible confirmar el dato por si se me da la posibilidad de acercarme a conocer el lugar desde donde hemos estado compartiendo las vaguedades del arte desde una punta a la otra de América.

     Por eso esta post data va dirigida exclusivamente a ese lector desconocido pero constante, pidiendo apenas que en un comentario me diga el nombre de su ciudad para visitarla en un homenaje a la compañía que me ha brindado estos años.  Y, por cierto, mis saludos a él o ella.  (Esto debe ser casi lo mismo que meter un mensaje en una botella y tirarla al mar.)