Cantos de sirena al dormirme
si sé que me despierto con tu amor
cantos de sirena al dormirme
si sé que me despierta tu calor
cuando me miras despacio
haces que se pare el tiempo
sólo cerrando los ojos
puedo sentir la canción
si sé que me despierto con tu amor
cantos de sirena al dormirme
si sé que me despierta tu calor
cuando me miras despacio
haces que se pare el tiempo
sólo cerrando los ojos
puedo sentir la canción
Inma Serrano, Cantos de Sirena
“Me
llaman Odiseo y unos dicen que tal nombre se deriva de ´jefe´ y otros de
´lobo´, pero yo estoy mejor informado… es ´el odiado por muchos´. ¡Bien se
cumplió en mí esa profecía! He sido jefe
y lobo, sin duda, pero ante todo he sido odiado por muchos: me alivia pensar
que volveré a ser Nadie, como en la cueva de Polifemo, y que tal es quizá mi
verdadero nombre.
A fin
de cuentas ¿qué héroe puede serlo realmente y no granjeare el odio de los
muchos? (…) Descubrí un secreto mortal
que los hombres no me han perdonado ni
quizá me perdonen jamás: no hay arma tan aniquiladora como la red de las
palabras, como la urdimbre razonable que penetra todas las corazas y desvía la
amenaza de los más fuertes brazos. Ya el
mundo antiguo es imposible y todos me culpan de ello, sólo porque me he
adaptado demasiado
bien al bífido manejo de las encrucijadas verbales. (…)
Casi siento lástima (no sé si de mí mismo o de los otros) al decirlo:
soy el más fuerte. Cuando navegamos
frente a las rocas donde acechan las sirenas, hice taponar con cera los oídos
de mis compañeros y pedí que me ataran al palo mayor, para no arrojarme a sus
musicales garras; pero nunca he contado lo que de veras oí entonces. Pues bien, no oí nada: sin duda las sirenas escuchaban.
Entonces rompí a cantar.”
Fernando Savater, Criaturas del aire – Monólogo séptimo: Habla Ulises Alfaguara S.A. Buenos Aires 2004 páginas 35/38
-¡Son
cantos de sirena!- me
grita. -¡Te están distrayendo!
No es cierto. Yo me distraigo sola, que no necesito provocación
externa para perderme tras una docena de cosas a la vez.
Y lo que no entiende es que las sirenas –como cuenta
Savater le sucediera a Ulises-
no me están cantando sino que soy yo quien les parlotea para convencerlas de que se suban
a mis planes. Yo les canto. ¿Estoy
confundiendo sirenas con musas?
Probablemente, pero ¿no era que teníamos que fabricar mitologías? Bueno, yo mixturizo todo, hasta los mitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario