Decidí
intentar uno de mis experimentos con el boceto que menos me gusta (el tercero; lo que debe leerse: si queda mal ¡a la basura!)). Recorté y superpuse
cartulinas y ahora me gusta un poco más.
¿A dónde iremos desde aquí? No
sé. Pero me está pidiendo texto (¿texto?).
Texto. Definitivamente.
Post
data: Pregunta retórica (pero si esto lo lee quién corresponde, que me explique): el personal
branding ¿no es en realidad un neologismo canchero para el narcisismo
exacerbado próximo a una patología psiquiátrica? Mucha fotito, mucha exposición
continua, demasiada (¡innecesaria!) intimidad develada a
las masas bajo la excusa de sostener una “marca personal”. Personal branding. Sobreabundancia de ego, pose exagerada –mucha
forma y poco de contenido- que por momentos luce pura farsa. ¿Es necesario?
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