Me
pregunta si tengo un plan. Claro. Nuestra adolescencia la pasamos viendo por
televisión Brigada A (The A-Team), aprendimos con Hannibal
Smith
que siempre hay que tener un plan, o dos, o tres. Y que no necesariamente funcionan. Así que le contesto que sí, que tengo un
plan. Omito agregar que se llama “improvisación sobre la marcha”.
Pero como
perro con un hueso insiste en que le dé detalles. ¿Qué tengo en concreto? Nada, salvo el interés de lograr en este año
algún par de eventos físicos, es decir, exponer off line mi trabajo. Postulé para Wine & Arts, en el Hipódromo de Palermo, los primeros días
de abril, pero todavía no tengo respuesta ni he pagado por el espacio, por lo
que sigue en el ámbito de lo dudoso.
Supongo que voy a insistir con montar una individual en alguna sala
dependiente del Municipio de Lanús (aunque mi enojo del año pasado me hizo jurar
que no iba a hacerlo jamás de los jamases) e intentar contratar alguna
pequeña (y barata) galería de Capital para la segunda mitad del año. Lo que salga en el medio lo iremos atendiendo
según vaya viniendo, como siempre.
Como “plan” no suena muy
estructurado, pero técnicamente todavía estoy en enero así que tengo margen. Iremos viendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario