lunes, 17 de marzo de 2014

     Allá lejos, en mis primeros intentos de mostrar mi trabajo (literalmente: en el siglo pasado), era habitual que me rechazaran con el argumento de que mi obra estaba “demasiado influenciada por la literatura”. A fines de los ochenta el figurativo en Buenos Aires no estaba bien visto (no era la moda habilitada oficialmente) y yo –reconozco- tampoco era tan buena como para que alguien apostara en la diferencia. 

      Porque soy terca o porque no se hacer otra cosa, seguí permitiendo que la literatura se metiera en la plástica aunque eso estuviera mal y perjudicara mi trabajo artístico. Y con esa lógica contradictoria que tiene la realidad, que no se toma molestias para ser creíble por la sencilla razón de que ES real, con el tiempo mis obras más literarias (la serie Borgeanas) han sido las que con más facilidad se han ganado su propio espacio.






     Por ello, no me resulta sorprendente encontrar que la imagen de El Aleph ha sido tomada de la web para utilizarla en ensayos o artículos literarios. Navegando (para acariciar el ego, ¿quién lo niega?) corroboro lo que alguien -quizá con malicia- me había soplado al oído. El Aleph ilustra el artículo “La Patria Líquida” en www.80grados.net y un ensayo “La línea del Tiempo. Historia y Literatura de la lengua española” en www.marienespinosa.webs.com.






     Es difícil transmitir la sensación de satisfacción que me provoca que un par de completos desconocidos valore esa obra y la tome para dar referencias visuales a sus palabras. Mi amor por Borges (infinito), mi pasión por el arte (desmedido dirán algunos) y me propia existencia que parece por momentos reducida a libros y pinceles, convergen en un punto donde alguien lo ve, lo entiende y lo usa. Lo decía en la entrada anterior: como un mensaje en una botella. Mi trabajo en El Aleph llegó a alguien, y ese simple hecho confirma con creces que todo, TODO, valía la pena.






  Alicia en el Principio aparece ilustrando el artículo Homenaje a Lewis Carroll en www.routerart.blogspot.com.ar. 

    ¿Por qué me decían que la literatura me arruinaba como artista plástica? No me acuerdo muy bien, pero siempre terminaban diciéndome que si quería escribir escribiera pero que si quería pintar sólo pintara. Que un cuadro no tiene que contar nada (insisto: por esos años lo figurativo era mala palabra). Formas y color, sólo formas y color; ninguna historia. Yo amagaba a explicar que no era que quería escribir sino que me era imposible no leer y que mi memoria deformada me susurra constantemente las letras mayores de los Maestros Inolvidables. 

     Inevitable: lo que he leído marca lo que pinto. Es un destino. Pero los años han demostrado que ese pecado de juventud no ha sido de sombra larga.






     A la Venus del Portulano me la encontré ilustrando a www.fotolog.com/merisbuf_0/75827399/ y me pregunto si la persona que lo subió reconoció en el espejo en que se mira Venus el rostro del espíritu del espejo mágico de la Madrasta en la Blancanieves de Disney. Sospecho que sí. 

     Quiero creer que estas personas que tomaron las imágenes de mis obras y las incluyeron en sus propios trabajos y sitios -en su vida- me han entendido y comparten conmigo el mismo disfrute. Tal vez por esas cosas raras de la web alguna vez estas personas llegan a leer este comentario. Aprovecho a decirles ¡GRACIAS!





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