martes, 11 de agosto de 2015

    Vuelta al trabajo, organizo las cosas para las dos actividades que tengo confirmadas para esta segunda mitad del año.  Por un lado, formar parte de la publicación de Book Art & Design 2016 


                                                          (http://www.bookart.com.uy/


y participar durante septiembre de una muestra colectiva en Palermo, Conectarte baires organizada por Arte La Plata


                                                            (infoartelaplata@gmail.com)



     Pero de cualquier manera, aunque intente distraerme con otras cosas, apenas regresar a casa y ver mi Bandeja Enmascarada #11 comprendí que no podía mantenerla.  Es pésima, rompe la mínima armonía del conjunto, y no puede ser la #11 por respeto a las otras diez.

    La dejé en mi taller bajo el supuesto argumento de retocarla a ver si mejora, pero sé que voy a destruirla para recuperar la base y convertirla más adelante en la #12.  Mientras, no me queda otra que recomenzar la onceava.  Con los mismos elementos (un retrato clásico de Marilyn en blanco y negro, una máscara doble, una pareja, sombrero y tocado que se expandan para afuera) empezar otra vez.  Esperemos que ahora el resultado sea algo más satisfactorio.

     Otras veces las cosas que no me gustan las dejo por ahí, les permito la sobrevida aunque nunca salgan de los rincones de mi atiborrado taller ni sean accesibles a la mirada ajena.  Pero ahora estoy muy limitada por los soportes.  Sólo tengo doce bandejas base, para lograr las Doce Bandejas Enmascaradas no me queda más remedio que destruir lo hecho (mal) para poder cumplir con el proyecto original de una docena de obritas para la venta a bajo precio.  Un poco de pena me da, pero es por fuerza mayor (actual limitación presupuestaria) y necesidad de mantener aunque más no sea ciertos estándares mínimos de calidad estética.  ¿Ante quién?  Ante mí.






No hay comentarios:

Publicar un comentario