Haciendo
tiempo entre una reunión y otra, ayer meditaba café de por medio que aunque a
veces pareciera que estamos literalmente
en el fin del mundo, no hay grandes diferencias en cómo nos tratan a los
artistas en una punta y otra del planeta.
Aun con las limitaciones de hablar sólo “la lengua de las mucamas” (Savater
dixit, hace años, cuando el español
no era segunda lengua mayoritaria), el análisis tranquilo del contrato que me
enviara la galería neoyorkina me demuestra que no hay una gran distancia en cómo
se mueve aquí y allá el mercado periférico del arte.
La
propuesta que recibí implica un año calendario de representación por parte de
la Galería, con cuatro semanas aseguradas de exhibición de la obra en muestras
colectivas, con curaduría (elección) por parte de la Galería aunque –supuestamente- consultando el criterio
con el artista; y la inclusión del Portofolio personal entre el material de
referencia que la Galería proporciona a sus clientes e interesados. El contrato no es de exclusividad, por lo que
uno puede seguir moviendo la obra a través de otras galerías y art-dealers, aun en
la misma ciudad.
Uno de
los servicios que postula como atractivo de su propuesta es el de “PUBLICITY & PROMOTIONS”,
asegurando la difusión de las exhibiciones de nuestra obra en tres de las mayores
publicaciones de arte a nivel internacional y en prestigiosos sitios web:
a.
ART IN AMERICA- CHELSEA GUIDE
b.
MODERN PAINTERS Magazine
c.
BLOUIN GALLERY GUIDE Magazine
d.
WWW.ARTINFO.COM
e.
WWW.ARTSLANT.COM
f.
WWW.AMSTERDAMWHITNEYGALLERY.COM
g.
WWW.AMSTERDAMWHITNEY.TUMBLR.COM
Por último,
promete la realización de una inauguración (GALA OPENING CHAMPAGNE RECEPTION)
provista de atractivas vituallas capaces de atraer a Very ImportantPersons de los negocios, el arte, la política y diversas
celebrities sociales (“We host a Glamorous, Theme-Based Champagne
Cocktail Party for your Monthly Exhibit featuring Champagne, Hors d’Oeuvres,
Cheese, Fruit, Cookies & Party Cake. Opening Party is attended by VIP Luminaries of the Business,
Art, Diplomatic, Government, & International Social Worlds.”).
En cuanto
a eventuales ventas, la comisión de la Galería será de un 40% del precio de
venta, siendo responsabilidad exclusiva del artista coordinar el traslado
material de la obra tanto hasta la Galería como hasta manos del eventual
comprador, siendo los costos de traslado, seguros e impuestos a su cargo.
El precio
del servicio de representación por un año que fija esta Galería en particular es
de dos
mil doscientos dólares (U$S 2.200.-) por un año, pago adelantado al contratar,
y si el artista quiere una muestra individual o algún servicio extra sobre este
básico propuesto se paga por separado. La
ley aplicable y la jurisdicción para cualquier controversia es la de New York.
Visto
así, dejando a salvo el hecho incuestionable de que Buenos
Aires no es New York, que a
nivel internacional son mercados de arte de muy dispar prestigio, las
condiciones que ponen las galerías a los artistas emergentes (digamos, artistas
no consagrados) son muy parecidas.
Y si es por la experiencia vivida por estas tierras, este tipo de
propuestas no le aseguran nada al artista mientras que si aseguran a los
galeristas el mantenimiento de su negocio sin correr ningún tipo de
riesgo. Una veintena de artistas al año
que paguen por exponer cubren los costos ordinarios de mantenimiento de
cualquier galería, y si algo se vende ya es negocio redondo. A este nivel, las galerías viven de los
artistas. Nada nuevo bajo el sol.
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