sábado, 12 de marzo de 2016


   "Mi reino por un caballo" o de como Pinterest puede convertirse en tu perdición.



     Es cierto: el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.  Porque todo este asunto empezó con la inofensiva intención de hacerle a una amiga el diseño de las invitaciones para un evento que está organizando.  Sabía que Pinterest agrupa data de forma temática volviendo fáciles las búsquedas visuales.  Y como había abierto una cuenta para vincular con mi blog (aunque sigo sin saber bien para qué va a servirme), entré a Pinterest en busca de algunos modelos para el diseño que tenía en la cabeza.  Y aunque no era lo que me interesaba,  vi una linda imagen de un caballito de calecita, clickié sólo por curiosidad, ¡y se desataron –literalmente- todos los jinetes del Apocalipsis!

    Descubrí el universo infinito de los caballos de carrusel.  Algunos, auténticas y exquisitas piezas de arte. Casi todos, absolutamente deliciosos.  Y de pronto tuve la necesidad imperiosa e irresistible de pintar encima de un caballito de carrusel.  Indagué para comprar algún rezago que pudiera reciclar e intervenir, pero los precios (aun de los más deteriorados) eran excesivos.  La opción de comprar quedó descartada rápidamente.  Pero mi alma ya estaba contaminada, ne-ce-si-ta-ba un caballo.

    Y como siempre, si no lo puedo comprar lo que queda es hacerlo.  Mi primera convicción (que aun está vigente) es que no es posible hacer un caballito de carrusel con cartapesta. Demasiado grande, demasiado pesado, no va a resistir.  Imposible.   Pero, de todos modos,  ¿qué pierdo con probar?

    Como corresponde, tuve que indagar sobre los caballos en 3D (sé cómo es un caballo plano, en dos dimensiones, puedo dibujarlo sin problema;  pero traído a las tres dimensiones…  honestamente ignoro todo sobre la corporeidad equina).  La malvada internet que dejó que me atrapara Pinterest también me dio información básica sobre los huesos y músculos y me dejó tomar algunos apuntes .  








     Con una idea aproximada de cómo debe ser estructuralmente un caballo,  agarré una caja de cartón (que partí por la mitad y uní para obtener más largo) y una bolsa de papel rectangular que cortada en diagonal será el cuello y la cabeza.







    O.K., soy consciente: se requiere mucha imaginación para creer que "esto" puede llegar a ser algo potable.  Pero recién empiezo, le falta mucho trabajo (y siempre puedo tirarlo a la basura...).






     ¿No tengo nada mejor que hacer? Oh, sí; miles de cosas.  Pero es inevitable.  Ne-ce-si-to mi caballito de carrusel.





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