Parece que
hice todo mal (o eso traduzco del
griterío). Al no ponerle precio a las obras quedan como “no a la venta”, y el sitio de Saatchi (¡a quién le extraña!) no pone ningún interés en hacer circular las
imágenes, no te incluye en los filtros de los buscadores. Es un sitio de venta, ¿cómo no le vas a poner
precio?
Puedo
responder de varias maneras a eso (aunque
mejor sería que me callara, lo sé). Primero: porque no suelo ponerle precio
yo a una obra cuando la vendo; si la persona que la quiere realmente está
interesada en ella dejo que el precio sea el que posibilite su compra. Cada obra debe seguir su destino con aquella
persona que realmente la desee, el dinero nunca tiene que ser un obstáculo para
esa unión. Segundo: porque está muy bien esto de que uno se internacionalice a
través de la web, pero mis conocimientos de economía son muy limitados (los básicos para sobrevivir en Argentina) y no me da la cabeza
para vivir haciendo cálculos de divisas fluctuantes, adecuando valores a cada
plaza. Un engorro. Tercero:
porque las patas de mi Caballito de Carrusel están sencillamente
ESPANTOSAS y si no logro en este
feriado largo solucionarlas sospecho que todo el asunto será dramáticamente abortado. Hasta logré que quede derechito suspendido en
el poste. Pero las patas… DESASTRE
TOTAL. Por favor, no me distraigan. Artista en crisis.
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