BRINDIS SENTIMENTAL
Brindo por mí, por seguir teniendo ganas de brindar (por mí). Brindo por esos amigos incondicionales e incomprensibles que siguen estando ahí a pesar de todo y de mí. Brindo por lo que debió haber sido y no fue y por lo poco que me importa que así sea. Brindo porque no se necesita a nadie más para ser uno mismo y por haber comprendido que la diferencia parte de cada vez que decidimos ser fieles a los sueños aunque ello no sea económicamente redituable. Porque puede que no nos hayan prometido la gloria, puede que muchas cosas no hayan sido puestas ahí para nosotros, puede que no seamos de esos que “pertenecen” y nunca hayamos tenidos los "contactos" debidos. Puede que no nos abran la puerta del sector VIP y que no encuentren nuestro nombre en las listas. Puede que nunca figuremos en los lugares y en los momentos en los que hay que estar para ser “alguien”. Puede que, sencillamente, estar al margen siga siendo nuestra elección y nuestro exclusivísimo privilegio.
Brindo por eso: por los marginados de siempre, los que nunca cuentan y los que jamás importan. A mis camaradas del no ser y del no estar: ¡SALUD!
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