Parroquiales
Finalmente
se subieron a la web algunas fotos del stand de Acuarell Contemporary Art
en la reciente Artexpo New York 2015.
Si tengo
que sacar alguna conclusión (lo que hago, si siempre estoy dale que dale analizando todo), la experiencia neoyorkina ha sido bastante
decepcionante.
Será porque me quedé acá,
será porque no hubo forma de seguir de cerca -aunque fuese de modo virtual- los
acontecimientos, en tiempo real, pero lo cierto es que no me ha reportado ningún
nuevo conocimiento el costearme el envío de las seis obras de la Serie
de Hondius a la Artexpo. Ignoro la reacción del público, algún
comentario que aporte (ya a favor, ya en contra), el comportamiento de esos
espectadores supuestamente aficionados al arte emergente. No adquirí más data que me permita proyectar
a futuro (ni para considerar seriamente volver a esa plaza como para no pisarla
nunca más).
Se supone
(al menos yo supongo) que todo lo que se hace en el desarrollo de una
carrera artística tiene carácter de “prueba”, de arriesgarse en una dirección para
comprobar en los hechos si el camino va por ahí o hay que retroceder y amagar
para otro lado. Mi prueba en una feria
en New York no me ha dado ninguna información concreta con la que evaluar seriamente si por ese lado
voy a alguna parte.
Tal vez en algún momento
(es evidente que mis tiempos no son los de todos) las art-dealers que llevaron
mi obra me den información que permita alguna conclusión productiva (hasta
ahora lo poco que me comentaron fue la inexistencia de ventas), pero hoy por
hoy lo único que se es que esta aventura ha sido absolutamente nula. No me quejo, son las reglas de este
juego. Los artistas emergentes y autogestionados no
tenemos un menú muy amplio de donde escoger.
Todo es a fuerza de riesgo y costo personal sin garantía de ningún tipo
de resultado. Es lo que hay.
La
convocatoria de DesigualdArt sigue hasta el jueves (votación de obras) y el
domingo será la exhibición en Madrid de las obras participantes reproducidas en
formato postal. Por Twitter y Facebook la
difusión es amplia. Hasta donde vi, mi
obra no ha tenido mucha aceptación. Decididamente, no ha sido de las favoritas.
Espero
poder mañana ("espero" no, tengo que hacerlo porque no hay más margen) llevar El
Portal a La Bladousse para la muestra en el marco de la Gallery Nights (diurna,
no sé por qué me encanta esa contradicción) del próximo sábado.
El sábado pasado me dejaron colgada para el traslado, pese haber contratado un servicio de flete con suficiente antelación (un
partido de fútbol priorizó sobre mi compromiso, lo que demuestra el código de
valores por estos lados), y el enojo me dura desde entonces.
Si fuera paranoica diría que el cosmos está
entretejiendo un complot en mi contra, pero por suerte soy una
esquizofrénica simple y llana, sin manías persecutorias, así que si mañana me
falla la camioneta de nuevo yo y mis múltiples personalidades iremos caminando a la
galería para llevar nuestra obra. Un razgo imprescindible para dedicarse al
arte es la obstinación (y el desquicio).-
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