martes, 5 de mayo de 2015

Parroquiales 

      Finalmente se subieron a la web algunas fotos del stand de Acuarell Contemporary Art en la reciente Artexpo New York 2015. 


  
     Si tengo que sacar alguna conclusión (lo que hago, si siempre estoy dale que dale  analizando todo), la experiencia neoyorkina ha sido bastante decepcionante.  

     Será porque me quedé acá, será porque no hubo forma de seguir de cerca -aunque fuese de modo virtual- los acontecimientos, en tiempo real, pero lo cierto es que no me ha reportado ningún nuevo conocimiento el costearme el envío de las seis obras de la Serie de Hondius a la Artexpo.  Ignoro la reacción del público, algún comentario que aporte (ya a favor, ya en contra), el comportamiento de esos espectadores supuestamente aficionados al arte emergente.  No adquirí más data que me permita proyectar a futuro (ni para considerar seriamente volver a esa plaza como para no pisarla nunca más).

     Se supone (al menos yo supongo) que todo lo que se hace en el desarrollo de una carrera artística tiene carácter de “prueba”, de arriesgarse en una dirección para comprobar en los hechos si el camino va por ahí o hay que retroceder y amagar para otro lado.  Mi prueba en una feria en New York no me ha dado ninguna información concreta con la que evaluar seriamente si por ese lado voy a alguna parte.  

     Tal vez en algún momento (es evidente que mis tiempos no son los de todos) las art-dealers que llevaron mi obra me den información que permita alguna conclusión productiva (hasta ahora lo poco que me comentaron fue la inexistencia de ventas), pero hoy por hoy lo único que se es que esta aventura ha sido absolutamente nula.  No me quejo, son las reglas de este juego.  Los artistas emergentes y autogestionados no tenemos un menú muy amplio de donde escoger.  Todo es a fuerza de riesgo y costo personal sin garantía de ningún tipo de resultado.  Es lo que hay.





     La convocatoria de DesigualdArt sigue hasta el jueves (votación de obras) y el domingo será la exhibición en Madrid de las obras participantes reproducidas en formato postal.  Por Twitter y Facebook la difusión es amplia.  Hasta donde vi, mi obra no ha tenido mucha aceptación. Decididamente, no ha sido de las favoritas.



































     Espero poder mañana ("espero" no, tengo que hacerlo porque no hay más margen) llevar El Portal a La Bladousse para la muestra en el marco de la Gallery Nights (diurna, no sé por qué me encanta esa contradicción) del próximo sábado. 

     El sábado pasado me dejaron colgada para el traslado, pese haber contratado un servicio de flete con suficiente antelación (un partido de fútbol priorizó sobre mi compromiso, lo que demuestra el código de valores por estos lados), y el enojo me dura desde entonces.  

     Si fuera paranoica diría que el cosmos está entretejiendo un complot en mi contra, pero por suerte soy  una esquizofrénica simple y llana, sin manías persecutorias, así que si mañana me falla la camioneta de nuevo yo y mis múltiples personalidades iremos caminando a la galería para llevar nuestra obra. Un razgo imprescindible para dedicarse al arte es la obstinación (y el desquicio).-






No hay comentarios:

Publicar un comentario