Mañana se cumplirán, si no calculo mal, dos
años desde el día que inicié este blog.
Y no puedo menos que reconocer que la primera sorprendida soy yo. No por el “escribir” reseñando casi diariamente mi tropezada “carrera” artística o divagar sobre el
último libro que ha caído en mis manos.
Siempre he hecho esto en mis diarios personales camuflados de cuadernos Gloria
con espiral. Lo que no sospeché es que
colgar esos comentarios de la web y muy esporádicamente colectar réplicas
(buenas o malas) al respecto fuera al cabo una experiencia tan interesante.
Honestamente mi fe en internet como canal real de una comunicación
amable y sincera era inexistente al comienzo.
Tampoco me pondré ahora a cantarle loas pero acepto que sí, que puede
ser un modo viable para quién le gusta pensar dos veces lo que dice antes de
decirlo (¡maravillosa vista previa!) y que adolece de
cierta fobia social que la lleva a evitar grupos de más de dos personas.
Se sabe que los artistas tendemos a ser
solitarios. Uno no pinta en manada ni requiere del séquito de una patota que
aplauda o se ría tras cada pincelada.
Uno pasa mucho tiempo solo frente al tablero o de pie ante el
caballete, más propenso a la
observación, a pensar y a analizar hasta el infinito, que a sumarse a la alegre
comparsa que corre detrás de lo que sea el “hashtag” de ultimísimo
momento. La web, y en mi caso este blog,
me ha servido para mantenerme aislada en mi apacible margen sin perder el
contacto con el resto del universo y, así, no lucir tan huraña y arisca.
“La belleza no es una cualidad de las cosas
mismas: existe tan solo en la mente del que las contempla y cada mente percibe
una belleza distinta. Puede incluso
suceder que alguien perciba fealdad donde otro experimenta una sensación de
belleza; y cada uno debería conformarse con su sensación sin pretender regular
la de los demás. Buscar la belleza real
o la fealdad real es una búsqueda tan infructuosa como pretender establecer lo
que es realmente dulce o amargo; y es muy acertado el proverbio que reconoce la
inutilidad de la discusión acerca de los gustos.”
David Hume, Ensayos morales, políticos y literarios, XXIII, c. 1745 – Historia de la Belleza a cargo de Umberto Eco, Editorial Lumen S.A. Turín 2004, pág. 247.
David Hume, Ensayos morales, políticos y literarios, XXIII, c. 1745 – Historia de la Belleza a cargo de Umberto Eco, Editorial Lumen S.A. Turín 2004, pág. 247.
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