Terminé
la obra para participar en la convocatoria de DesigualdArt. La frase sobre la que me tocó trabajar fue: “El
número de milmillonarios en la India se ha disparado, pasando de dos a mediados
de la década de los noventa a 65 a principios de 2014”.
Usé la
poca tinta china que aún queda dando vueltas por mi taller. Las tintas en gel me han conquistado: son
fáciles de usar, secan rápido y no chorrean, y los colores (sobre todo las que
tienen brillitos) me pueden... Pero la
tinta china sigue siendo uno de los materiales más gratos de usar. Tinta, un pincel, un poco de agua, y las
posibilidades de tonalidades, trasluces y frotados son infinitos. El desuso hace que uno olvide un poco el
placer de trabajar con técnicas
tradicionales, priorizando la comodidad
de las lapiceras de gel y su práctica modernidad. Pero a veces lo viejo y tradicional es,
sencillamente, insuperable. Este dibujo –simple dentro de los parámetros de lo que habitualmente hago y veloz para mi ritmo normal- ha
sido una placentera pausa de antigüedad. Debería replantearme mi tendencia de ir
corriendo detrás de los productos más nuevos para experimentar
mezcolanzas. La elegancia clásica de la
tinta puede justificar sobradamente el dejar que la evolución vaya por la
autopista mientras retomamos la colectora.
La
convocatoria de DesigualdArt remite el informe de Oxfam sobre la Desigualdad Extrema. Vale la pena leerlo. Este es el link:
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