Acabo de pasar por la marquería y las obras para Mirá Festival de Arte todavía no están listas. Normalmente, esa demora no me generaría inquietud, ya que se sabe que nadie cumple nunca con las fechas de entrega.  Aunque te digan “va estar listo para el día 15” en realidad te están diciendo “y… puede que esté listo tipo el 15…”  “Tipo el 15” quiere decir cualquier día –después del 15, obviamente- dependiendo ello de la insistencia de nuestros reclamos y de la instalación física de nuestra persona en el local como monolito recordatorio del debido cumplimiento (tardío, extemporáneo, a regañadientes) del trabajo pactado.

     Pero decía que la demora no me  causaría ni sorpresa ni escozor si no fuera que justo ahora veo en la web que ya está lista la folletería oficial del evento.  Siendo que todo el material gráfico siempre está a último momento, el verlo aprontado me hace tomar conciencia de la proximidad de los tiempos y de que esta desganada tranquilidad mía no está fundamentada en los hechos.

     Supongo que voy a tener que acudir al pressing personal, acción que me disgusta porque implica necesariamente mayor sociabilización de la que acostumbro.  Pero teniendo en cuenta que sólo queda el día de mañana (después todo se detiene por la Semana Santa que no respeta a ateos y pragmáticos), mi lánguida contemplación del cosmos va a tener que mutar por un rato a la hiperkinética eficiencia de una mujer gruñona y pesada que se encarga de que lo que tiene que ser sea de una buena vez.