domingo, 18 de enero de 2015


     Ganas de fastidiar que tiene alguna gente.  

     Estoy pegando la vuelta, en movimiento para arrancar la semana ya de regreso en mi casa.  Es muy difícil tener un acceso decente a la web en mitad de la nada.  Cuando consigo cinco segundos de señal cumplo en revisar mi correo.  ¿Para qué?  Para sufrir la venganza de los publicistas ponzoñosos.  Me enviaron más de media docena de capturas de pantalla de sitios que ofrecen bajar imágenes de mis obras, gratis, pero que evidentemente lucran con cada ingreso y cliqueo, ya que esos espacios están cubiertos de avisos y banners.

     Vuelvo a afirmar que el que re-posteen mis imágenes mientras reconozcan que son de este blog es un modo de difusión de mi trabajo que agradezco y que me beneficia.  Si quién re-postea saca alguna ganancia ya no es asunto mío, y aunque lo fuera, no me molesta en lo absoluto.  Pero le dan letra al entorno y tengo que soportar a un montón de personas repitiéndome que estoy haciendo todo mal y que otros hacen dinero mientras yo sigo sólo invirtiéndolo.

     Subo a modo de ejemplo una de las capturas que me enviaron, para acreditar que no me aflige la cuestión y que nunca niego ni escondo los hechos (pero sólo una, para que entiendan que me tiene sin cuidado su aburrida campaña de dejarme ante unos cuantos como una completa estúpida).








No hay comentarios:

Publicar un comentario