sábado, 4 de octubre de 2014


   Anoche fue la inauguración oficial de la 2 Bienal de Arte Contemporáneo de Argentina, en el Centro Cultural Borges, con una impresionante convocatoria de público.


   Se inició con la actuación del Coro del Banco Ciudad (maravilloso, pero tanta gente es incapaz del silencio necesario para el debido disfrute); y siguió con pocas palabras (amables, de bienvenida y celebración sin incurrir en grandilocuencias engorrosas; igual, el ruido de la multitud no fomentaba extenderse) de la Directora del evento Maria Elena Beneito, del historiador de arte mexicano Gregorio Luke, de la Presidente Mundial de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos (A.I.A.P.) D. Rosa María Burillo Velasco, y la Presidente de una Asociación de Artistas mujeres de Chile cuyo nombre no pude registrar por el bullicio.  Una artista y cantautora chilena cantó acompañada por un guitarrista y el poeta mapuche Elicura Chihuailaf Nahuelpán cerró con un saludo y un poema en su lengua originaria y en español.


 Una pareja de tango bailando La Cumparsita fue el fin de fiesta.  Insisto, pese a la cantidad ingobernable de gente, la inauguración pudo desarrollarse según lo planeado que incluía saludos de acogida y música popular en  dosis exactas para augurar un buen inicio.  Me gustó mucho.


  Siguió la tradicional copa de vino (en copas de vidrio, como corresponde, todas iguales; sólo la gaseosa se sirvió en vasitos de plástico.  Son esos detalles estúpidos a los que no puedo dejar de prestarle atención), acompañada de empanadas,  para el brindis de honor.  Como sucede en estas ocasiones, tanta gente más comida y bebida gratis impulsan el alboroto a sus extremos más bochornosos e insufribles.  Es ahí cuando uno puede aprovechar a recorrer las salas sin sentirse en un subte a las ocho de la mañana.  

   Y me encontré con El Portal en el Pabellón II.  Fue la primera vez que lo ví colgado completo en una pared.  Habrá sido la novedad, que en el primer vistazo no supe si me gustaba o no.  


   Le faltaba el cartel identificatorio (mi nombre y el de la obra), pero también le faltaban a otras varias obras, por lo que lo atribuí a los apuros de llegar a montar todo a tiempo para la inauguración. Casi 300 artistas de 38 países, nadie puede negar que coordinar y alistar ese material exceden largo las escasas 24 horas desde que se inició la cuelga y se produjo la apertura oficial.   Espero que hoy se lo agreguen, ya que yo no firmé el trabajo (¿por qué? qué se yo…) y mi pobre “coso de las máscaras” será sino ese extraño “coso” de autor desconocido…





2 comentarios:

  1. La inauguracion fue muy linda, conoci muchos artistas de otros paises personalmente...agradezco a Maria Elena tanto trabajo, y el haber distribuido las obras en una forma maravillosamente visual.

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  2. Totalmente de acuerdo. La cuelga fue impecable. Cada obra fue colgada con el cuidado que merecia para su pleno lucimiento. Realmente bella la puesta en su conjunto.

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