jueves, 2 de octubre de 2014


   Me había olvidado lo complejo y levemente estresante que puede ser la cuelga colectiva en una muestra múltiple, más cuando  incluye obra procedente de distintos países que (¿a quién sorprende?) cuando intenta ingresar al país se topa con las “idiosincrasias” pintorescas de nuestros funcionarios de Aduanas.  Aún recuerdo mi discusión personal con un joven funcionario este verano que me afirmaba contundente y sin ruborizarse que aunque  de lo que se trataba eran obras de arte para ellos todo era mercadería…  y como tal la tratan.

   Si bien mi trabajo de hoy era bastante simple (trasladar mi obra hasta el Pabellón III del Centro Cultural Borges, tratando de que las once partes de El Portal no se descuajeringuen en el viaje), al llegar a mi destino no puede evitar contagiarme de la adrenalina y la tensión preparatoria de los organizadores. No les envidié la labor...


   Pero tras dejar a mi “coso de las máscaras” en buenas manos, me dediqué un rato a revivir la maravilla edilicia donde funciona el Borges y las Galerías Pacífico.  Cuenta el sitio oficial: “A la manera del Bon Marché de París, a fines del siglo XIX, Francisco Seeber y Emilio Bunge crearon el Bon Marché Argentino. Un lugar que ofrecería las últimas expresiones de la moda mundial. Así nació una imponente obra arquitectónica, con calles entrecruzadas, bóvedas de vidrio y una cúpula central espaciosa y elegante.  Luego de la crisis económica de 1890, en 1908, se vendió un sector de la construcción al ferrocarril Buenos Aires al Pacífico. En 1945 los arquitectos Jorge Aslan y Héctor Ezcurra proyectaron la remodelación del edificio, separando la galería de comercios de las oficinas del ferrocarril e incluyendo los murales en la cúpula central.  En 1989, el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional.”


   Los frescos de la cúpula central son una gloria, y por fortuna (lo que no es normal, lamentablemente) se los conserva con el cuidado que merecen y se ha emplazado el centro comercial de modo que el público pueda disfrutarlos en todo su esplendor.  Cuenta también el sitio de las Galerías Pacífico: “En 1946 cinco grandes pintores muralistas plasmaron sus obras en la superficie de 450m2 que ocupa la cúpula central de Galerías Pacífico. Los artistas Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino, Manuel Colmeiro Guimaraes, Lino Enea Spilimbergo y Demetrio Urruchúa, convinieron en realizar una decoración que lograra una construcción iconográfica de los valores primarios y prácticas socioculturales comunes en diversas culturas, como la familia y el contacto con la naturaleza.”



“Ubicado en el corazón de la ciudad de Buenos Aires, el Centro Cultural Borges es un importante emprendimiento cultural creado por la Fundación para las Artes, entidad civil sin fines de lucro con propósitos de bien público. Fue inaugurado en octubre de 1995 ocupando un espacio de más de 10.000 m2 dentro de las Galerías Pacífico, cuyo edificio está ligado a las artes desde sus inicios. Ya en 1896 albergó la primera sede del Museo Nacional de Bellas Artes y a mitad de los años cuarenta se realizaron los estupendos murales que hoy constituyen un emblema. Bajo este techo funcionaron también la Asociación Estimulo de Bellas Artes, el Ateneo, el Centro Islas Malvinas y el maestro Ángel Della Valle tuvo aquí su taller.
En un entorno contemporáneo, el Centro Cultural fue inaugurado por el Rey de España Juan Carlos I, acompañado por todo el ambiente cultural de la ciudad. Abrió sus puertas con una completa muestra de Jorge de la Vega, la exposición Arte de Argentina 1920-1994 preparada por el Museo de Arte Moderno de la Universidad de Oxford, un espacio vinculado a la figura de Jorge Luis Borges, la célebre Corona de los Andes y una exhibición de pintura española de los siglos XIX y XX.”







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