martes, 3 de junio de 2014


“(El arte contemporáneo/ conceptual) Carece de valores estéticos y se sustenta en irrealidades. Por un lado, pretende a través de la palabra cambiar la realidad de un objeto, lo que es imposible, otorgándoles características que son invisibles y valores que no son comprobables. Además, se supone que tenemos que aceptarlos y asimilarlos como arte. Es como un dogma religioso. (…)  Ahora el arte solo es mensaje. No hay arte, solo hay panfletos. (…) Es un arte que te exige asimilarlo y no discutirlo, por eso también es dogmático. Te exige fe, que creas en él, no que lo comprendas, como las religiones. Quiere someter nuestro intelecto.”  Avelina Lesper, Revista Ñ, febrero 2014.


  “Aunque no son únicamente las notas de sus artefactos de vuelo las que ha legado Leonardo a la posteridad.  Tan abundante y enigmático como estas últimas es su material sobre arte.  Y es ahí donde reside la increíble paradoja: raramente las notas de contenido artístico de un pintor han resuelto tan escasos misterios sobre su pintura como las de Leonardo.  De hecho, a pesar del ingente volumen de estos escritos, muchos de ellos siguen siendo crípticos incluso a nivel formal.  El halo que rodea a la pintura de Leonardo se vuelve a poner de manifiesto en numerosos pasajes de sus páginas sobre arte.  Es más: nunca se llega a explicar cómo convertirse en pintor, a diferencia de anteriores tratadistas que ofrecen fórmulas mágicas para realizar obras correctas –que por entonces era casi tanto como decir obras maestras.   Quién sabe si Leonardo fue el primero en formular algo que hoy nadie pondría en duda: es posible enseñar perspectiva, pero el artista no “se hace” sino que “nace”.  No se puede “enseñar” a ser pintor –de la misma forma en que se había enseñado en tratados anteriores, a través de fórmulas rígidas y concretas-, pues para Leonardo el buen pintor es al tiempo aquel que observa la naturaleza y rompe las reglas establecidas precisamente a partir de esa observación directa.  El buen pintor que “nace” es el que se replantea las convenciones, si bien para releerlas sea necesario conocerlas bien, como demuestran muchas de las pinturas del propio Leonardo. (…) “Todo el que en una discusión apele a la autoridad, emplea no su inteligencia sino su memoria”, escribe Leonardo.” Estrella de Diego, Leonardo Leyenda y Realidad  Descubrir el Arte  Nro. 153 Noviembre 2011 pág. 21/29.-


 “El pintor es dueño de todas las cosas que pueden pasar por la mente del hombre, porque si tiene deseos de ver bellezas que lo enamoren es dueño de generarlas, y si quiere ver cosas monstruosas que lo espanten, o que sean bufonescas o risibles, o realmente dignas de compasión, él es su dueño y creador. (…)  Y en efecto lo que hay en el universo por esencia, presencia o imaginación, primero lo tiene en la mente, y luego en las manos, y son estas tan excelentes que en el mismo tiempo tanto generan una proporcionada armonía con una sola mirada como hacen las cosas.”  Leonardo Da Vinci, Tratado de Pintura, VI, 1498 –Historia de la Belleza a cargo de Umberto Eco, pág. 178

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