“(El
arte contemporáneo/ conceptual) Carece
de valores estéticos y se sustenta en irrealidades. Por un lado, pretende a
través de la palabra cambiar la realidad de un objeto, lo que es imposible,
otorgándoles características que son invisibles y valores que no son
comprobables. Además, se supone que tenemos que aceptarlos y asimilarlos como
arte. Es como un dogma religioso. (…) Ahora
el arte solo es mensaje. No hay arte, solo hay panfletos. (…) Es un arte que te
exige asimilarlo y no discutirlo, por eso también es dogmático. Te exige fe,
que creas en él, no que lo comprendas, como las religiones. Quiere someter
nuestro intelecto.” Avelina Lesper, Revista Ñ, febrero 2014.
“Aunque no son únicamente
las notas de sus artefactos de vuelo las que ha legado Leonardo a la
posteridad. Tan abundante y enigmático
como estas últimas es su material sobre arte.
Y es ahí donde reside la increíble paradoja: raramente las notas de contenido
artístico de un pintor han resuelto tan escasos misterios sobre su pintura como
las de Leonardo. De hecho, a pesar del
ingente volumen de estos escritos, muchos de ellos siguen siendo crípticos
incluso a nivel formal. El halo que
rodea a la pintura de Leonardo se vuelve a poner de manifiesto en numerosos
pasajes de sus páginas sobre arte. Es
más: nunca se llega a explicar cómo convertirse en pintor, a diferencia de
anteriores tratadistas que ofrecen fórmulas mágicas para realizar obras
correctas –que por entonces era casi tanto como decir obras maestras. Quién sabe si Leonardo fue el primero en
formular algo que hoy nadie pondría en duda: es posible enseñar perspectiva,
pero el artista no “se hace” sino que “nace”.
No se puede “enseñar” a ser pintor –de la misma forma en que se había
enseñado en tratados anteriores, a través de fórmulas rígidas y concretas-, pues
para Leonardo el buen pintor es al tiempo aquel que observa la naturaleza y
rompe las reglas establecidas precisamente a partir de esa observación
directa. El buen pintor que “nace” es el
que se replantea las convenciones, si bien para releerlas sea necesario
conocerlas bien, como demuestran muchas de las pinturas del propio Leonardo. (…)
“Todo el que en una discusión apele a la autoridad, emplea no su inteligencia
sino su memoria”, escribe Leonardo.” Estrella de Diego, Leonardo Leyenda
y Realidad Descubrir el Arte Nro. 153 Noviembre 2011 pág. 21/29.-
“El pintor es
dueño de todas las cosas que pueden pasar por la mente del hombre, porque si
tiene deseos de ver bellezas que lo enamoren es dueño de generarlas, y si
quiere ver cosas monstruosas que lo espanten, o que sean bufonescas o risibles,
o realmente dignas de compasión, él es su dueño y creador. (…) Y en efecto lo que hay en el universo por
esencia, presencia o imaginación, primero lo tiene en la mente, y luego en las
manos, y son estas tan excelentes que en el mismo tiempo tanto generan una
proporcionada armonía con una sola mirada como hacen las cosas.” Leonardo Da Vinci, Tratado de Pintura, VI,
1498 –Historia de la Belleza a cargo de Umberto Eco, pág. 178
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